El tambor de freno es un material de hierro fundido gris frágil que se asemeja a la fundición de hierro de una pandereta que se fija en el neumático y gira a la misma velocidad. Cuando es necesario frenar, la presión del aceite empuja la zapata de freno para que entre en contacto con el borde interno del tambor de freno, y la fricción generada por el contacto gira el neumático para lograr el propósito de frenado. El tambor de freno está diseñado incorrectamente o se deforma fácilmente cuando se calienta, y el desequilibrio de la fuerza también puede causar una deformación mecánica, lo que hace que la pezuña y el tambor estén en mal contacto, lo que resulta en la fuerza del pedal y la carrera. Por lo tanto, el tambor de freno debe tener un grosor de pared suficiente y se proyectan nervaduras de refuerzo circunferencial o axial en la superficie exterior cerca de la abertura para aumentar la resistencia.

Hay dos tipos de tambores de freno para automóviles: tambor y disco. Los automóviles modernos generalmente usan frenos de disco, porque los frenos de disco tienen un mejor efecto de disipación de calor y pueden expulsar el calor de los frenos de manera más efectiva, mejorando así el rendimiento de frenado